
Un abrazo fuerte, largo, infinito.
Recostar mi cabeza en tu pecho y descansar, respirar,
cerrar los ojos y empaparme de tu aroma.
Acaricias mi pelo y me das paz.
Paz, con la que alimentar mis sueños.
Sueños que alimentarán mi alma día a día.
Quería tanto que me amaras.
Quería tanto amarte yo.