
Tantas palabras escritas en el tiempo, tantas dedicadas a ti, a tu sombra, a tu recuerdo, a tu ausencia y al no-olvido.
Y tan pocas para mi, a mi esencia, a mi presencia, mis fuerzas y debilidades. Mis contradicciones, mis locuras expuestas, mi seriedad impuesta.
Escribir de ti, que ya no estás.
O escribir de quien sigue aquí, girando cual espiral inquieta.