Corrí sin atarme los cordones y pisé los puntos suspensivos que habían rodado entre tu y yo.
En mi caída se fueron perdiendo tus interrogantes y mis infinitos, la admiración y los paréntesis de muda canción.
El embrujo de una noche de verano y el resplandor de Orión.
Tus palabras oscuras, el velo de una traición.
¿Es verdad que todo fue mentira?
¿Es cierto que nada existió?
Dic20