De cuarto menguante
a luna que mengua
mi piel fue piel en la tuya.
Enredando las lenguas,
nuestras bocas se arrullan.
Y se hacen los besos,
de pequeños a grandes,
de grandes a inmensos.
En cuartos de luna
vamos caminando,
vamos de regreso
los cuerpos saciando,
cambiando los tiempos,
haciendo presente
los dulces recuerdos.
En la luna del cuarto
veo tu reflejo,
está junto al mío
dentro del espejo.
La piel ya no es muda.
Habla y palpita
al ritmo de la misma luna.
De luna que mengua
a cuarto menguante,
jugamos a ser eternos amantes.